Plovdiv, que era la última gran parada del Orient Exprés antes de llegar a Estambul, es una localidad multicolor donde los teatros romanos se tropiezan con las mezquitas otomanas; en la que todavía rezan judíos, moros y cristianos; y en la que, hasta mediados del siglo XX, perduró una intensa impronta toledana.
TEATRO ROMANO DE PLOVDIV
Uno de los teatros antiguos mejor conservados del mundo, aún en uso para espectáculos y conciertos al aire libre.
EL BARRIO RENACENTISTA
Barrio histórico con casas del Renacimiento Búlgaro, calles empedradas y museos que narran la historia de la ciudad.
MUSEO ETNOGRÁFICO REGIONAL
Ubicado en una elegante mansión del siglo XIX, expone trajes tradicionales, artesanía y objetos cotidianos búlgaros.